Historias del sistema

ChiChi se fue a Japón para la boda de su hermano (la extraño), por lo que nos dejó el changarro a Heyli (la otra asistente) y a mi.
Entre las cosas que hay que hacer (100% estratégico), es sacar las tazas y vasos de la máquina lavatrastes y guardarlos en la alacena.
Pero ese no es el motivo de mi post, sino Heyli.
Fragmentos de conversaciones
Heyli: ¿De dónde eres?
Yo: De México
Heyli: A siii? Yo estuve en México, super wow, me quedé en un hotel 6 estrellas, en Cancún, blah blah blah
Yo: (...)
Heyli: Necesito que me ayudes con algo... Sabes usar office?
Yo: (...)
Heyli: No manches, éste es mi amigo (señalando a un jugador de fútbol en el periódico, recientemente arrestado)
Yo: (...)
Pero qué puedo esperar, si a ella le pasan cosas como ésta:
Lizzie: Heyli, puedes ir a la farmacia? Es que a Jori (la dueña) la picó un mosquito, y necesitamos una pomada ya...
Heyli: (...)
La culpa es del sistema que programa la computadora que alerta al banquero que alerta al embajador que cena con el general que emplaza al presidente que intima al ministro que amenaza al director general que humilla al gerente que grita al jefe que prepotea al empleado que desprecia al obrero que maltrata a la mujer que golpea al hijo que patea al perro.

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