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Hoy fue un mal día. Todo empezó con un viejito que se echó en reversa y me pegó mientras iba al trabajo. Todavía se echó hacia el frente y volvió a acelerar cuando ya me había pegado. ¿Su explicación? Creyó que se había atorado con una piedra. Segundo, en el trabajo un medio me cambió una entrevista programada con el Dr. Lozano. Ahora, tendrá que esperar dos semanas más. Tercero, discusiones con compañeros de trabajo. Cuarto, me venía orinando en el coche, sin poder llegar rápido a casa por el tránsito. Por último, cuando por fin quiero relajarme e ir al gimnasio a hacer un poco de ejercicio, un idiota me la arma de tos y casi me peleo.

Mi vida no puede ser más bella.